viernes, 12 de junio de 2015

Exhibición Club Aikido Alcoy 2015

UNA HISTORIA DE TODOS

Es el trabajo de todos lo que hace  interesante la exhibición, nadie queda fuera, el club abre sus puertas como el jardinero las verjas de su parque. Se consiguió materializar ese día que el camino es entrenar y comprender, nunca el uno sin el otro,  fue esa idea la que arranco los aplausos entre el numeroso público asistente, pues no nos guiaba la consecución de un premio, ni siquiera el éxito del evento, encontrábamos el goce en la práctica, en la realidad de la lucha, en el camino emprendido.

Cuando llega el momento y nos entregamos al veredicto de la verdad, como el otoño entrega los colores naturales de la primavera en las hojas muertas de la vida, a sabiendas que ha llegado su tiempo, y prepara su despedida con la dulzura misma de la simiente, de esa forma se entregaron los participantes al momento de su combate, con ellos, con el uke, con el público, todo el entrenamiento en un solo instante. Fue un placer ver a todos y cada uno de ellos, pues supieron ejemplarizar su momento y convertirlo en una historia de todos, del club. 

Para ir acabando puede parecer que se luce más el Tori que el Uke, tal vez sea así para el profano, pero nunca hemos preparado una exhibición como el escaparate en el que mostrarnos, ya que la única manera de entender el budo, el aikido, es experimentar ambos lados de la formación, y de esa forma obtener el 100% de la información, si no lo entendemos así, si no estamos abiertos y receptivos nos perdemos mucho, nos perdemos el aikido.

La exhibición la entendemos también como una lucha contra tu ego, el verdadero enemigo marcial, donde te colocan; haces, eso es el ROKKON SHOJOU (purificar tus sentidos), alejar tu yo para poder ver el todo, y sentir lo que sucede, una buena experiencia para un día en el que todos te miran.

Fue un día de ilusión para el club, donde ojeando atrás se pudo apreciar de una sola mirada el trabajo realizado, la técnica base, sus variantes y los ukemis. En el momento de la exhibición, ese frío helado, los nervios; una tierra de hielos y de nieve, y sin embargo en lo profundo estaba lo aprendido, que sale como una luz agonizante que nos muestra la verdad del espíritu del SANSHIN, del niño que todos llevamos dentro y que ha crecido por el arduo trabajo realizado.

EL JOVEN BUSHI

Una flor temblorosa,
ha sido cortada del tallo,
su flor un miembro mutilado.
Pero en las noches puras
  se siente vagar en el espacio,
  un leve olor de rosa
  sobre el aire del campo. 

Este pequeño poema está dedicado a nuestros pequeños bushi, los que convirtieron realmente la exhibición en un momento especial. Que su olor perdure mucho tiempo en el tatami. 


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