domingo, 20 de octubre de 2013

La falacia de los sentidos



                La falacia de los sentidos:

                En el curso pudimos ver a Roberto en su estado más puro, salió al tatami con una técnica severa y sin envoltorios y con el único apoyo marcial de su depurada técnica, envolviendo los sentidos con una proporcionada acción adecuada a cada momento. Trabajó las técnicas a través de una idea próxima, intimista y original. Nos indico con su trabajo los distintos medios de que disponemos para solventar las diferentes situaciones, todo ello acuciado por las necesidades del espacio.
                La técnica surge a través de una creación pura y en el instante adecuado. Cada momento es único e irrepetible y se construye en una sola acción (incidió durante la realización de cada técnica sobre este hecho). En los jiju-waza  nos sugería, que tori ideará e interpretará cada momento, improvisando de acuerdo a unos conocimientos ya adquiridos y asimilados. Cada acción debe rendir homenaje a días, meses y años de duro entrenamiento con una ejecución técnica intuitiva y perfecta.
                Este tipo de cursos son una isla de esperanza  frente al peligro de extinción  de la marcialidad en el Aikido. Una valiosa reflexión sobre lo difícil que es conseguir preservar la esencia de lo mucho sin que se diluya en lo banal, protegiéndonos de la falacia de los sentidos, mediante la unión de alma, cuerpo y mente, debido al vínculo que nos ofrece la técnica.

                Julio Maestre: Una pequeña expedición a Cuenca.



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